domingo, 25 de septiembre de 2011

Sensaciones...

Se encontraba su alma solitaria y desamparada entre la multitud de sombras desafiantes en mitad de la oscura noche. Perdida entre sus pensamientos, con la luna expectante, la melancolía la abrumaba. Esa compleja sensación que le recorría todo el cuerpo, difícil de explicar, la seguía cada noche hasta el amanecer, envuelta en agua salada, la agonía no cesaba, era esclava de aquel sentimiento. Buscaba algo, algo para poder saciarlo y liberarse de aquella carga enloquecedora. La solución era sencilla en otros ojos pero no para ella, se sentía pequeña, débil, frágil, indefensa a lo desconocido... Impotencia. Contando los días, pasaba las horas vacías en su pequeño mundo perfecto vacilante de la realidad sin que nada llegara. No había un solo momento en que no pensara cuando hallaría su equilibrio idílico. Lo necesitaba. Sus sueños la engañaban, solo ilusiones falsas en las que su mente jugaba a ser feliz. No podía soportarlo, necesitaba quitarse las cadenas que la retenían en ese lugar... Solamente ansiaba un contacto para poder desatarse...